viernes, 28 de febrero de 2014

Proyecciones para Marzo de 2014




En esta entrada, finalizando el mes de febrero de 2014, haré un análisis como Ingeniero Industrial sobre la situación de Venezuela en el venidero marzo, luego de semanas donde se han presentado protestas por múltiples causas (inseguridad, desabastecimiento, represión de los cuerpos de seguridad del Estado, otros), las cuales tendrán consecuencias en la convivencia futura en la Nación.

El sector productivo, desde mediados de 2013, ha venido señalando el retraso en el proceso de liquidación de las divisas para poder efectuar el pago a proveedores en el exterior, ya que estos están cerrando líneas de crédito ante la demora de sus clientes venezolanos en el pago de las facturas de los ítems despachados. Así mismo, el criterio de asignación de divisas a través del Sistema Complementario de Administración deDivisas (SICAD) y el Centro Nacional de Comercio Exterior (CENCOEX) ha sido opaco ya que las personas jurídicas deben colocar el monto de la tasa de cambio cercana a la generada en cada proceso anterior de subasta, junto con la documentación de lo que se requiera importar (facturas proforma, código arancelario, otros). Además el flujo de efectivo de las organizaciones mencionadas se ve comprometido, ya que deben disponer en bolívares en sus cuentas bancarias el monto equivalente solicitado ante la entidad financiera respectiva. Una vez que reciben la asignación de divisas, al concluir el proceso de importación, se deben consignar los documentos que lo amparen ante el ente bancario público respectivo.

Adicionalmente, la logística de las importaciones desde los países de origen hacia Venezuela es compleja. Se requieren entre cuatro (4) y seis (6) semanas para que los proveedores fabriquen o asignen ítems para su despacho. La carga proveniente de Asia, Suramérica (Chile, Brasil, Perú, Ecuador y Argentina) y Europa llegan a un puerto previo a los puertos nacionales, trayendo como consecuencia retrasos que oscilan entre los quince (15) y veintiún (21) días. Una vez en territorio marítimo nacional, los muelles de Puerto Cabello, principal ciudad portuaria, los barcos pueden durar entre dos (2) y (5) días fondeados antes de descargarse en el muelle respectivo, más cinco (5) días en proceso de nacionalización de las mercancías. Totalizando los lapsos de tiempo citados, el abastecimiento se puede cubrir entre setenta (70) y setenta y cinco (75) días, aproximadamente.

Por lo antes expuesto, se traen consigo dificultades en estimar los costos de almacenaje, manejo de la carga y flete terrestre en Venezuela, retrasos en proyectos de inversión en la ampliación de actividades que las empresas tengan planificadas, así como también se agudizaría la escasez de productos básicos. Quien estime que en menos de un (1) mes se resuelva esta situación, que se siente con todos los actores de la cadena de suministro para sincerar la situación.

La recomendación para el Gobierno Nacional es que llegue a consensos positivos con los todos los actores de la sociedad (gremios, universidades, sindicatos, sociedad civil, iglesias, otros), dentro del marco de la Constitución de 1999 y la participación de un árbitro válido para todas las partes, con el fin de reactivar el sector productivo nacional, incentive las exportaciones a través de la flexibilización del régimen cambiario y así minimice las consecuencias sociales que pudieran devenir de la agudización del desabastecimiento.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Días Difíciles



Venezuela, un país con más de novecientos mil kilómetros cuadrados (900.000 km2), con un potencial agropecuario, turístico, manufacturero, hidroeléctrico y en hidrocarburos, debe repensarse como una Nación en la cual todos los ciudadanos tengas los mismos deberes y derechos, las mismas oportunidades para el desarrollo de todas sus capacidades en el ámbito personal y en el comunitario, en el marco del respeto por el derecho de los demás y el de sí mismos.

En el país hay deseos de superación de una ciudadanía cada vez más ávida de fuentes de empleo como emprendedores y empleados, donde haya estabilidad socioeconómica para poder hacer frente a las necesidades del día a día y realizarse. Hay un grupo en particular dentro de la sociedad venezolana como el de las Amas de Casa, las cuales tienen más de un (1) rol por desempeñar dentro y fuera de sus viviendas, entre ellos de Administradoras del presupuesto familiar. Lo manejan con un criterio de austeridad digno de respeto y admiración. Su secreto: saber jerarquizar las necesidades de su entorno. También son excelentes negociadoras ante conflictos dentro y fuera de sus hogares, en la continua búsqueda de la conciliación de posiciones opuestas a través de puntos comunes que lleven adelante una solución ante una problemática.

El mes de febrero de 2014 será recordado como un mes de cambios en la forma de pensar, en la forma de cómo debemos ponernos en el lugar del contrario y cómo convencer al contrario sobre nuestra posición para sumarlo, a través de inquietudes comunes con las que se pueda alcanzar acuerdos sólidos a lo largo del tiempo.

¿Cómo logramos ponernos en los zapatos del contrario? Conversando sobre el día a día propio y del contrario, viendo las semejanzas y diferencias sobre los problemas cotidianos tales como la inseguridad, desabastecimiento, desempleo, carencia de los servicios públicos elementales (salud, electricidad, agua potable, otros), sin caer en debates estériles de cómo comenzó una coyuntura en particular. Posteriormente, se debe desarrollar una secuencia de hechos evitando los adjetivos descalificativos, reconociendo lo positivo y negativo en un período determinado de tiempo.

Hecho lo anterior, en el marco del respeto y la fraternidad, se podrá convencer al contrario. Si se abre el diálogo a quienes piensen distinto a cada quien, es posible unirlos en una causa común. De continuar una polarización perjudicial para la ciudadanía, Venezuela, seguirá en una especie de deriva, sin rumbo definido.