sábado, 22 de marzo de 2014

Actitudes y Aptitudes del Venezolano



Son muy conocidas las actitudes que los venezolanos tienen para enfrentar retos en cualquier ámbito y los resultados positivos a obtener. Ser despiertos, cordiales, amables, rudos cuando sea necesario, honrados, hospitalarios, son algunas de las actitudes más destacables que ayudan en ese sentido.

Ahora bien, es necesario destacar actitudes negativas que impiden una buena convivencia ciudadana, tales como: la creación de discordia; el mantener sucias las áreas comunes de los conjuntos residenciales, las calles y avenidas donde residen lanzando basura y desechos orgánicos (heces y orine de perro) inconscientemente y resolver los problemas individuales en claro irrespeto hacia los demás.

Entre las aptitudes están el resolver las situaciones en escaso tiempo, rendir el presupuesto familiar, usar la creatividad para consumir apropiadamente recursos escasos, llegar más rápido a un destino usando transporte público que el particular, caminar en los rincones menos sospechados con el propósito de adquirir algún bien o servicio, tener dos actividades lucrativas o más en el ingreso personal - familiar y encontrar la ruta más corta para llegar a un destino.

Sin embargo, las aptitudes son usadas por los ciudadanos en el incumplimiento sutil de la ley, en trámites tales como introducción de documentos ante registros (mercantiles, principales y subalternos) y notarías públicas, en las dependencias de identificación y cedulación, obtención fraudulenta de pensiones de vejez, el colearse en las colas de farmacias, cajas registradoras en los supermercados, otros. A lo anterior, se le añade la omisión del pago de impuestos municipales y aseo urbano en algunas ciudades.

Es justo y necesario corregir el uso negativo de las aptitudes gradualmente, evitando explicarse en el argumento “si los demás lo hacen, yo también puedo hacerlo” y potenciar las actitudes positivas, tomando en cuenta el contexto externo imperante para alcanzar el mayor grado de desarrollo posible. Las nuevas generaciones observan a los adultos y dependiendo de la acciones de estos, se verán los resultados del relevo en el largo plazo.

domingo, 16 de marzo de 2014

Venezuela: ¿País de Despedidas?




Venezuela se encuentra ubicada en el Norte de Suramérica, mejor conocida como “Al Norte del Sur”. En las décadas de los años 40, 50, 60 y 70 del siglo XX, fue tierra receptora de inmigrantes provenientes de Europa, China, Medio Oriente y otros países de Latinoamérica, gracias a las oportunidades de desarrollar campos no desarrollados por los venezolanos. Las causas por las cuales vinieron los oriundos de las regiones mencionadas son variadas, desde la búsqueda de mejorar su calidad de vida hasta establecerse en una nueva patria. El resultado de esta oleada de inmigrantes fue la diversificación de la cultura, participación en la vida comercial y política, trayendo consigo un reconocimiento de un país tolerante a las distintas formas de ver el mundo en un contexto de fraternidad.

A mediados de los años 70 del siglo XX, se comienza a ver un declive progresivo de las condiciones de vida, con desmejora en la economía y los servicios públicos (salud y educación). Los descendientes de los inmigrantes fueron partiendo inicialmente por esas razones, luego por la inestabilidad política, el flagelo de la inseguridad personal y después por la intolerancia política promovida por el Estado desde 1999.  

La inseguridad personal y la falta de oportunidades laborales han sido causales de la emigración no solo de los descendientes de los inmigrantes, sino de venezolanos nativos por más de dos (2) generaciones, con edades comprendidas entre los 25 y 40 años de edad. Ello reduce la fuerza laboral de la población económicamente activa, acentuándose la exportación de puestos de trabajo.


Analizando el aspecto de la inseguridad personal, no es un fenómeno exclusivo de las zonas populares, la clase media o alta. Es un hecho que afecta a todos. Los venezolanos viven con más fuerza las tragedias personales (secuestros express, asesinatos de seres queridos, robo, hurto), lo que hace posible plantearse la siguiente interrogante: ¿Las únicas despedidas son entre los nuevos emigrantes y sus familias? ¿Los ciudadanos se acostumbrarán a ver a una Venezuela como un país de despedidas con sus familias, al salir de sus casas todos los días? La respuesta a ambas interrogantes es un no rotundo. Los venezolanos están condenados a entenderse, con ayuda de mediadores válidos e imparciales, para lograr acuerdos duraderos que redunden en el beneficio de la Nación y sus ciudadanos.

sábado, 1 de marzo de 2014

La Viveza Criolla



En nuestra cultura popular, siempre se habla de que alguien es un “vivo” cuando se aprovecha de las circunstancias en su propio beneficio ya sea al hacer trampa en una evaluación de la escuela, del liceo, la universidad, un trámite personal (en un ente público o privado), en la vida familiar o individual o en el trabajo. En las décadas de los años 30, 40, 50 y 60 del siglo XX, esta característica era mal vista por padres y representantes de los menores de edad, la cual tendía a ser castigada moralmente. Sin embargo, se ha flexibilizado dicha situación, por lo que se admira a toda aquella persona que aplique la viveza, siempre y cuando no nos afecte en nuestra cotidianidad familiar, personal o laboral.

La viveza criolla radica en la habilidad de las personas en ser más “avispadas” para lograr las metas que se propongan, sin importar cómo estas puedan afectar al entorno interno y externo. Si bien es cierto el copiarse en un examen, un informe o trabajo de grado radica en la violación de la ética y la moral, ello puede implicar observaciones o sanciones de la institución educativa en caso se descubriera tal situación. Al momento de efectuarse trámites ante los entes legales, existen usuarios que quieren pasarse los procedimientos regulares con el propósito de tener en el menor tiempo posible (sin importar el costo monetario y moral) resultados favorables de sus gestiones.

Planteadas algunas de las situaciones posibles en las cuales se puede presentar la viveza criolla, se puede ahondar en un caso preocupante como la obtención indebida de la pensión de vejez. Estas son otorgadas, de acuerdo a la Ley del Seguro Social, para todo aquel trabajador que haya cotizado setecientas cincuenta (750) semanas, equivalentes a catorce (14) años, cinco (5) meses y tres (3) días aproximadamente o más, de la siguiente manera: Hombres a partir de los sesenta (60) años de edad y mujeres a partir de los cincuenta y cinco (55) años de edad. El Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) descuenta mensualmente un porcentaje al trabajador y otro al patrono para trabajadores nómina mensual y a los de nómina diaria, semanalmente. También se puede cotizar como trabajador  no dependiente a partir de las ciento un (101) semanas. Se recomienda a cada trabajador tener guardados los documentos originales de sus cotizaciones del IVSS al momento de realizar la solicitud del beneficio de la pensión de vejez.

¿Qué sucede en la actualidad? Se han presentado casos de personas que jamás cotizaron ante el IVSS y de manera indebida, logran obtener el beneficio contemplado en la ley citada, mediante complicidad entre terceras  personas y funcionarios públicos que incumplen su rol. Ello ha traído como consecuencia que se les bloquee el beneficio de la pensión a personas cumplidoras de la legislación, sin previo aviso. Los perjudicados deben demostrar al IVSS su condición de beneficiarios para recuperar el goce de su pensión, el cual demora entre dos (2) y cuatro (4) meses.

Se recomienda al Poder Legislativo Nacional trabajar en las mejoras al texto legal que rige la materia y a controlar la gestión del IVSS, así como a la ciudadanía a cumplir con el marco regulatorio, verificándose continuamente en el portal web del IVSS sobre la cantidad de semanas cotizadas anualmente. De esta manera se reducirían los casos antes señalados de viveza criolla.