El título de esta entrada no hace
referencia a la popular telenovela brasileña transmitida por Venevisión Plus,
sino a las dificultades a las cuales los ciudadanos venezolanos se enfrentan
día a día. Se podrían enumerar las mismas, pero se deben puntualizar en los más
apremiantes, tales como la inseguridad, el desabastecimiento, la inflación y
los servicios públicos.
En el apartado de la inseguridad se puede
mencionar la personal, que impide el libre ejercicio de los derechos
fundamentales contemplados en la carta magna de 1999, entre ellos el de la vida
y la libertad económica. La violencia armada, los homicidios, los robos, los
secuestros, el hurto y otros impiden el normal desarrollo del ser humano en su
entorno individual y social.
Entre tanto el desabastecimiento,
ocasionado por medidas económicas incorrectas a lo largo de quince (15) años,
entre ellas el control cambiario y las expropiaciones de terrenos y fábricas,
se ha acentuado en el curso del primer semestre de 2014. En la capital de la
república se están presentando escasez de algunos productos básicos como el
papel higiénico y servilletas. En las nueve (9) entidades federales fronterizas
(Zulia, Táchira, Apure, Amazonas, Bolívar, Sucre, Monagas, Falcón y Carabobo)
el desabastecimiento en sus capitales y demás municipios se observa con
preocupación las colas para ingresar a establecimientos comerciales y luego
pagar los productos buscados. En los sectores público y privado de salud, el
suministro de equipos, repuestos e insumos presentan retrasos, incrementándose
el tiempo de espera para los usuarios.
Con la inflación, el poder adquisitivo de
los consumidores está en deterioro, trayendo como consecuencia que estos
recurran al crédito para pagar gastos fijos como alimentación, pólizas de
vehículos y de hospitalización y cirugía. Ello genera deuda crediticia la cual
debe ser pagada en plazos que oscilan entre los doce (12) y treinta y seis (36)
meses.
Entre los servicios públicos con deterioro,
las autopistas y carreteras presentan huecos en su pavimento, existen carencias
en la iluminación (de postes y/u ojos de gato) y el rayado es deficiente. Los
frecuentes racionamientos del servicio eléctrico y de agua se han agudizado por
la falta de inversión en ambos sectores, sus tarifarios generan déficit, falta
de mantenimiento de las instalaciones y deficiencias en los respectivos
sistemas de inventario. Tanto las ciudades como las localidades pequeñas sufren
racionamientos severos de ambos servicios.
Las recomendaciones para solucionar estos
problemas radican en promover la paz y reconciliación nacional, fortalecer la
institucionalidad, liberar gradualmente el control cambiario, incentivar la
producción nacional y finalizar convenios comerciales desfavorables para la
república. Es cuestión de voluntad política. Entre tanto, la vida sigue.