Saliendo un poco de la
costumbre, escribiré esta entrada de forma personal. Pasan los días y
reflexiono acerca de mi realidad individual y del País. Me causa una tristeza
infinita tener que hacer cola para comprar productos básicos y sentirme
aliviado cuando los consigo. La juventud se nos está pasando en ver cómo
sobrevivir para no ser víctima del hampa y/o buscar información para emigrar al
Exterior, en vez de estar pensando en cómo obtener un crédito para adquirir una
vivienda, un vehículo, casarse, formar una familia, seguir estudiando, abrir un
fondo de inversión para una empresa propia o ahorrar para la vejez. Ver el
presente y el futuro de los niños en otro País distinto nuestro da dolor.
El capitalismo salvaje que
se ha desatado con la práctica del bachaqueo ha sido colosal y merma los
ingresos – cada vez menores – de los ciudadanos residentes en Venezuela. Nos
hemos acostumbrado a que nos den una calidad de servicio pésima, a ser
malhumorados, al medalaganismo y/o no reclamar con respeto ante un evento
injusto. Un día deberíamos dejarle de comprar a los malos prestadores de
servicios de cualquier índole y así enviar un mensaje claro, exigir eficiencia
y no eficacia.
Dicho ya lo negativo, lo
positivo de vivir en Venezuela en la actualidad es la solidaridad existente
entre familiares, amistades y vecinos, a pesar de las diferencias de criterio
(visión de la vida, ideología política, otros) que puedan haber. El reunirse
con frecuencia con los afectos energiza, se hace catarsis y se ve la realidad
con menos temor y más optimismo. Debemos educarnos en reforzar las normas del
buen hablante y oyente, cómo reciclar, vivir con más armonía con nuestros vecinos, en mantener condición
óptima las plazas, calles, parques, playas y ríos de nuestra Nación. Es
importante hacer nuestros trámites como futuros emprendedores de manera legal y
segura, asesorándose con profesionales serios. Algo de vital importancia es formarnos
en cursos de comercio exterior, contabilidad, administración y finanzas.
A quienes les ofrezcan ofertas
mágicas de hacer dinero en poco tiempo, de salidas políticas al margen de la
ley o de incumplir las normas de convivencia en beneficio propio, ni les hagan
caso. Es mejor ir por un camino de trabajo arduo y seguro, donde tendremos
estabilidad en la medida que respetemos las leyes.
Los invito a votar el
próximo domingo 06 de diciembre de 2015 en las elecciones parlamentarias para
la cuarta legislatura (05 de enero de 2016 al 04 de enero de 2021) de la
Asamblea Nacional (AN), la cual estará conformada por 167 Diputados,
representantes de los ciudadanos. Mi opción es por los candidatos de la Mesa de
la Unidad Democrática (MUD), abajo, a la izquierda, por el logo de la manito, en
la tarjeta de la MUD, la alternativa democrática. Es todo.