Cotidianamente se confunde la palabra burocracia con ineficiencia y retardo, cuando en
realidad la misma tiene un significado más amplio. La Real Academia Española
(RAE) define a la burocracia como:
- “f. Organización regulada por normas que establecen un orden racional para distribuir y gestionar los asuntos que le son propios.
- f. Conjunto de los servidores públicos.
- f. Influencia excesiva de los funcionarios en los asuntos públicos.
- f. Administración ineficiente a causa del papeleo, la rigidez y las formalidades superfluas”.
A
nivel de las organizaciones pública y privada, se puede tomar la primera acepción
señalada. En términos prácticos, la burocracia consiste en normas para realizar
de manera ordenada los pasos en una solicitud de diversa índole, tales como
requisiciones, órdenes de compra, solicitud de servicios, otros.
En
el sector público, a los funcionarios se les denomina de manera peyorativa
burócratas, debido a la creencia generalizada que todo empleado público es
ineficiente, por situaciones causadas por la falta de ética de algunos de ellos
en el cumplimiento de sus responsabilidades. Sin embargo, hay ejemplos
destacables dentro de la administración pública donde existe cumplimiento en
prestación de servicio y lapso de tiempo legal: el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT); el Banco Central de Venezuela;
los entes autónomos descentralizados como la Alcaldía del Municipio San Diego del Estado Carabobo; la Alcaldía del Municipio Chacao del Estado Miranda;
entre otras.
En
el sector privado, se concibe como lento por la espera de los clientes en el
servicio que prestan las instituciones bancarias en el área de atención al
cliente, debido a la naturaleza de los distintos trámites, entre los cuales se
destacan: gestiones de los titulares de las cuentas bancarias en la solicitud de
inclusión o exclusión de firmas autorizadas, revisión de los documentos consignados
por los clientes para las solicitudes de tarjetas de crédito y consignación de
la declaración de los gastos realizados en el extranjero. Los empleados
responsables de las actividades mencionadas deben atender individualmente cada
trámite de los clientes en tiempo real o en días hábiles según sea el caso,
indicando la conformidad o no de cada uno para su corrección.
Por
ende, todo funcionario público o empleado del sector privado que tenga la
responsabilidad de revisar el orden correcto de la documentación presentada
oportunamente sin menoscabo del derecho de los usuarios. A ambas clases de
trabajadores se les debe considerar como burócratas en un sentido positivo,
porque deben seguir normas explícitas para ejecutar sus tareas. Si bien es
cierto que cada gestión debe estar estandarizada por tipo de actividad en todo
el territorio nacional, en la realidad ocurre lo opuesto. Por ello, lo más
conveniente es que los usuarios exijan a los entes que sean transparentes en la
burocracia para que ambos grupos puedan alcanzar un ahorro de tiempo, energía y
dinero.
Cada
vez que se emplee la palabra burocracia o burócrata en sentido peyorativo, se
debe pensar en colocarse en lugar de la persona responsable de una función
pública o privada en la revisión de documentación.
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