Esta expresión pone a
reflexionar sobre situaciones de la vida en las cuales se pueden caer en
ambivalencias o ratificar los principios éticos y morales bajo los cuales se
deben tomar decisiones que generan un impacto positivo o negativo. Siempre es
importante definir cuáles son los principios y valores con los cuales se
desempeña una organización o persona.
En el sector privado se han
conocido a lo largo de la historia, casos de empresas que se dividen de la
manera desfavorable, donde la nueva o la anterior le roban los clientes a la
otra y así sucesivamente. En el sector público, cuando hay opacidad en los
controles internos y parlamentarios se incurren en incumplimientos para
asignación de contratos para servicios de diversa índole (limpieza, suministro,
obras de infraestructura, otros).
En el plano personal,
cuando alguien toma una decisión siempre hay personas que estén a favor o en
contra de la misma, sin embargo es interesante plantearse la necesidad de
ponerse en los zapatos del otro, en función de valores y principios, no por la
crítica simple y sin fundamento. Se tiene por costumbre endilgarle a una
persona la responsabilidad de las acciones negativas que familiares y amistades
puedan realizar y eso es un error evitable.
Hubo un popular programa de
televisión por cable se llamaba “Somos o nos hacemos” del extinto canal de
noticias Televisa ECO conducido por la periodista mexicana Adela Micha, entre los
años 2000 y 2002, en el cual se trataban temas polémicos que invitaban a reflexionar.
Por ello se tituló así esta entrada, porque se debe reflexionar sobre emisión
de justas críticas a través de la autoevaluación y abstenerse de realizar
suposiciones no comprobadas.
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