Venezuela se encuentra afrontando muchas dificultades
en su cotidianidad sin distingo de raza, credo, condición social ni ideología
política. Los actores en posiciones de poder en los sectores público y privado
están atravesando por situaciones límites, que les han hecho retrasar o adelantar
la aplicación de sus estrategias, para mantener su continuidad en la dirección
de sus organizaciones.
El hablar de cifras, con información desactualizada,
es un ejercicio de fe y evita que se puedan aplicar políticas públicas desde
las organizaciones no gubernamentales y las asociaciones civiles sin fines de
lucro. Por ello siempre es importante realizar actividades de servicio de
acuerdo al Círculo de Deming: Planear, hacer, chequear y actuar. Sin estos
elementos, es difícil establecer planes de acción.
Desde el sector público, se desconoce el estado actual
de los diversos entes. Se pueden conocer las responsabilidades por las
carencias a nivel presupuestario y de personal que estos atraviesen, pero estando
fuera de ellos, los aspirantes a ocupar dichas posiciones deben tener cuidado
en prometer lo imposible. Es importante mantener el foco para determinar cuáles
son los problemas y cómo se pueden resolver.
Lo que sí se puede hacer en este 2019 es ser empáticos
con las personas más vulnerables, fomentar el apoyo moral y social a quienes
más lo necesiten. Así mismo es necesario buscar educar y capacitar para el
trabajo a todas las personas que estén dispuestas a salir adelante. Será
necesario el trabajo en equipo entre el sector público y las organizaciones sin
fines de lucro, para resolver gradualmente los problemas más apremiantes.
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