La realidad en Venezuela tiene múltiples aristas y es por ello que se debe tener un plan de acción para salir adelante, a pesar de las adversidades. Muchos compatriotas han tomado la decisión de buscar nuevos y mejores horizontes fuera del País, acá hay muchísima gente con sentimientos de tristeza por la partida de familiares y amistades. Quienes se quedan, les toca sobreponerse a la situación y buscar generar actividades que les mantengan ocupados.
La Nación sigue su curso, gente con mucha entereza está resolviendo los retos que la cotidianidad impone, se generan nuevas oportunidades que invitan a reinventarse. Es importante crear redes de apoyo, imprescindibles para cualquier aspecto de la vida. La solidaridad ha hecho que haya más redes de trabajo, búsqueda de medicinas, recaudaciones de fondos para ayudar a personas con problemas de salud, etc.
A quienes trabajan bajo relación de dependencia es imperativo generar ingresos adicionales para poder cubrir con los gastos básicos de su grupo familiar y sí mismos. Quedar cesante es una opción negativa y la idea de la situación económica con hiperinflación es diversificar los ingresos, los procesos de compra con el dinero disponible deben ser rápidos, adquiriendo productos que sean necesarios y de ser posible bienes que se revaloricen.
Lo urgente es evitar a toda costa la inercia, la cual nos puede llevar a desarrollar problemas de ansiedad y depresión. El rodearse de personas con actitud positiva ante la vida es necesario, esparcirse dentro y fuera de la casa, compartir con amistades en forma presencial y en las jornadas laborales, llevar la situación con flexibilidad sin caer en irrespetos ni incumplimientos. El compromiso, la confianza en sí mismos, la fuerza de voluntad y la entereza en los ámbitos personal y laboral son las claves para alcanzar las metas personales y grupales.
