El año 2020 ha sido de muchísimos retos colosales para todos y quien diga lo contrario, sencillamente miente. La Pandemia del Covid-19 ha hecho que el Mundo se detenga de sopetón y luego a reiniciar muy lentamente su cotidianidad con elementos de Protección Personal (mascarillas y pantallas faciales), aplicar el distanciamiento físico y evitar las aglomeraciones.
La Economía quedó en un segundo plano, generándose situaciones de vulnerabilidad social para las personas que carecen de beneficios socioeconómicos de ley, por laborar en la informalidad. Los desalojos en muchas partes del Mundo fueron parte del día a día. Las enfermedades mentales repuntaron y se descuidaron otras enfermedades controladas.
En lo personal, tuve los sobresaltos de muchas familias en el planeta con el Covid-19: Perder un amigo en agosto, un tío en septiembre y enterarme de la convalecencia y mejoría de seres queridos y familiares de estos últimos. Sinceramente fue desolador vivir esas facetas. El temor de desconocer si se padeció o no el virus, pasar del psicoterror a adaptarme a esta realidad temporal (trabajar, hacer compras, ir al médico) y vivir lo más cerca posible a la normalidad, tomando las precauciones del caso. Pido a Dios por el consuelo de todos los deudos que ha dejado la Pandemia.
Todos los días le agradezco a Dios padre todopoderoso por cada día de vida, salud y oportunidades. Por tener trabajo y poder contribuir en mi casa gracias a ello, junto a mi dupla, mi Madre. Tuve 2 tortas de cumpleaños para celebrar mis primeros 38 años de vida junto a mi madre y mis amistades. Le dediqué tiempo a mi familia, mis 2 voluntariados, mis amistades y a mí mismo.
Sobre mi país, Venezuela, considero habrá mucho trabajo por hacer y estoy preparado para brindar lo mejor de mí. Será difícil, pero en los momentos más duros, las oportunidades ayudan a alcanzar el éxito. La Fe me ha ayudado a sobrellevar este vendaval de acontecimientos y gracias a ella seguirá siendo así.
Dios padre todopoderoso, ayúdanos a ser mejores seres humanos, más sabios. Virgen Santísima intercede por nosotros y en tu ejemplo, nos sigamos acercando a Jesucristo, nuestro redentor. ¡Los católicos sigamos viviendo nuestra Fe! Pido por los católicos y demás cristianos que son perseguidos y asesinados por vivir las enseñanzas de Jesucristo.
El año 2020 me ayudará a recordar siempre a tener los pies en tierra, con fortaleza espiritual en las buenas y malas. La Fe se vive en todo momento, no solo en los momentos de angustia, dentro y fuera de nuestra casa. Seamos más luz en el Mundo.
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