lunes, 29 de febrero de 2016

Ejemplo y Antiejemplo

El ejemplo se sigue a través del modelaje, en general a partir de principios éticos y morales. Mediante el ejemplo, se enseña a los semejantes y a sí mismos a alcanzar las metas mediante el esfuerzo y la constancia, sin transgredir las normas, trabajando de manera coordinada con otras personas en el alcance de un fin. La empatía y comunicación son cualidades imprescindibles para el trabajo en equipo y la resolución de conflictos. El ascenso social es un crecimiento sostenido del esfuerzo y dedicación.

El antiejemplo es el modelaje de antivalores, a través de los cuales se transgreden todos los principios éticos y morales, buscando perjudicar a sus semejantes y obteniendo el beneficio propio. El ascenso social sin un esfuerzo constante en el largo plazo, genera dudas y trae con ello desconfianza. La discordia en un ambiente de trabajo, residencial y/o familiar genera desencuentros y controversias innecesarias. Si no se resuelven las causas de la discordia de manera justa, se profundizarán, trayendo como consecuencia complicaciones que alejan a una situación actual de una situación deseada.

Toda organización debe velar por su buen funcionamiento, para su permanencia en el largo plazo, de lo contrario su vida será efímera y sustituida por otra hasta que se alcance estabilidad. Es importante evitar malos entendidos y expresar los desacuerdos en términos de respeto y equidad. Con positividad y compromiso se alcanzan las metas, con negatividad y desánimo se logran cometer equivocaciones – una y otra vez – sin propósito de enmienda.

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