domingo, 5 de enero de 2014

El Ascenso Social en Venezuela

Tradicionalmente, una meta muy importante para cada familia venezolana es la educación de sus Hijos, ya que ella le redundaría en herramientas para afrontar la vida y obtener su sustento como Trabajadores bajo relación de dependencia, Emprendedores (dueños de grandes, medianas o pequeñas empresas) o el libre ejercicio de una profesión. Esta superación de niveles y obtención de oportunidades se le conocen como ascenso social. Sin embargo, el mismo puede verse afectado negativamente por la escasez de valores a impartirse en la familia (respeto, tolerancia, otros) y la calidad de la enseñanza en las aulas, la cual pasa desde la infraestructura hasta el desempeño de los Docentes en los sectores público y privado.

Se ha observado que desde 1980 al presente, la Educación en Venezuela ha ido perdiendo calidad por la reducción del turno, salarios deficientes para los Profesores y Personal Administrativo de la Enseñanza, deterioro de los planteles existentes, déficit de Docentes en asignaturas de Ciencias Básicas e Idiomas, matrícula por aula superior a 35 Alumnos, escasa construcción de escuelas y liceos. También se ha notado disminución en la calidad del análisis de razonamiento numérico y verbal (comprensión oral y escrita) de los Alumnos, con énfasis en las escuelas y liceos oficiales.

Todo lo anterior ha traído como consecuencia que los Alumnos, al llegar a los tecnológicos y las universidades privadas o públicas, presenten deficiencias que les impiden desarrollar su potencial durante el Pregrado, pudiéndose presentar el escenario del retiro de la carrera en cuestión o egresar sin la calidad mínima para desempeñar un puesto de trabajo. Existen instituciones tales como la Universidad Central de Venezuela (UCV) que tiene el Programa Samuel Robinson desde 1997 y la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Carabobo (UC) con el Curso Introductorio desde 1994 dedicadas a brindar respuesta a los Bachilleres o Técnicos Superiores Universitarios interesados en cursar estudios en las instituciones señaladas.

Revisado el aspecto educativo, se requiere presentar el panorama del mercado de trabajo a nivel nacional: mientras más remota sea la localidad o región, menores son las posibilidades de empleo o emprendimiento, presentándose más demanda de trabajo en las ciudades más pobladas y poca oferta. Todo ello genera desempleo o empleos de subsistencia sin seguridad social. En la página web del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) no aparece publicada la información del número total de personas activas cotizando, indicador objetivo que permitiría al usuario apreciar el ritmo de creación o disminución del empleo.

¿Se puede decir que la juventud venezolana, formada o formándose, en las instituciones de Educación Superior tienen oportunidades de conseguir un empleo digno, que le permita acceder en un futuro a alquilar o adquirir una vivienda para formar una familia? ¿Es válido censurar a los jóvenes que decidan probar suerte en el extranjero ante el escenario venezolano? ¿Es reprochable que hayan jóvenes dispuestos a quedarse en Venezuela a reconstruirla? Queda para la reflexión de cada quien sus respuestas sobre estas interrogantes.

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